2011/12/04

Al alza, niños que migran solos a EU

El “deseo” de niños y adolescentes por llegar a Estados Unidos va en aumento, aun cuando no cuentan con documentos y en años recientes los controles migratorios en la frontera estadounidense se han recrudecido.

En años recientes, los controles migratorios en la frontera de Estados Unidos se han recrudecido, y el “deseo” de niños y adolescentes migrantes por llegar a la Unión Americana ha ido en aumento. 
El fenómeno es exponencial y ha cambiado su perfil. Año con año aumenta el número de niños que intenta cruzar la frontera norte y sur de México en condición de indocumentados. Prevalecen y abundan los menores de 18 años que migran solos. Tienen entre 12 y 17 años. San Luis Potosí, Veracruz, Puebla y el Estado de México, son las entidades con más altos índices de migración; la mayoría de los niños tiene como lugar de origen las zonas rurales. 
Tanto niños mexicanos como aquellos procedentes de otras partes del mundo, sobre todo de Centroamérica, intentan cruzar las fronteras norte y sur sin documentos, y se enfrentan a riesgos que ponen en alta vulnerabilidad su vida. Muchos son dejados en manos de bandas de traficantes de personas, incluso por sus familiares; atraviesan desiertos, montañas durante días completos y se enfrentan a la posible explotación por medio del trabajo forzado o sexual. 
En gran parte de los casos, los padres ya están en Estados Unidos y los menores son “mandados traer”, por lo que tienen que viajar solos para cruzar la frontera y convertirse en los nuevos proveedores de sus hogares. Muchos de ellos comienzan a procurar dinero y su sustento, en cuanto terminan la primaria y aprenden a leer y escribir. Una de cada 10 niños que se reciben en la frontera sur para su deportación, es mujer y casi siempre presentan deserción escolar.
Procuran un regreso seguro
Atendiendo la complejidad del problema migratorio y para prevenirlo, el DIF nacional en coordinación con los estatales y municipales se ocupa de las niñas, los niños y adolescentes que migran solos y da atención y ayuda para que su regreso a casa sea seguro.
Con el fin de prevenir y atender las necesidades de niños y adolescentes migrantes y repatriados que viajan solos y las problemáticas colaterales a las que están expuestos, el DIF nacional ha creado una estrategia de prevención con 52 Centros Comunitarios de Protección a la Infancia donde se desarrollan acciones de prevención del fenómeno de migración infantil. 
El programa se conoce como Estrategia de Prevención y Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes y Repatriados No Acompañados, y está integrado por el Programa de Operación en la Frontera Norte; el Programa de Operación en la Frontera Sur; y el Programa de Operación en Lugares de Origen. 
EL UNIVERSAL acudió a ambas fronteras. La estación migratoria al norte, Ciudad Juárez, Chihuahua, y al sur del país, en Tapachula, Chiapas. En ambas, los jóvenes reciben asesorías donde se les informa de los riesgos a los que se enfrentan en su cruce. Entran a una sala de proyecciones, y reciben testimonios de otros niños y niñas que explican los riesgos de migrar de manera ilegal. En Tapachula, Chiapas, el número de niños migrantes era amplio, más de 50. En la frontera norte, en ese momento, encontramos a dos niños que migraban solos hacia Estados Unidos; Pin y Eugenio fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza:
A través de una Red de Módulos y Albergues de Tránsito, la estrategia referida protege a niños, niñas y adolescentes repatriados, y les otorga servicios de asistencia social como son: albergue, alimentación, atención médica y sicológica así como asesoría jurídica. Se emprende la búsqueda de los familiares, y en caso de no encontrarlos, los menores de edad son enviados a un albergue —pertenencientes al DIF—, en su lugar de origen. 
En la frontera norte, esta estrategia es operada por los Sistemas DIF de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. En esa franja hay 33 módulos y albergues, donde se recibe a niñas, niños y adolescentes que han sido repatriados desde EU. 
En la frontera sur, la estrategia es operada por los Sistemas DIF de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Ésta se centra en la custodia y protección de niños y adolescentes extranjeros (principalmente centroamericanos) que son detectados en México sin documentación, en tanto que el Instituto Nacional de Migración (INM) determina su situación migratoria y/o los devuelve a su nación. La medida les ofrece los mismos servicios de asistencia social que son proporcionados a la infancia mexicana que es repatriada desde Estados Unidos. 
Los sistemas DIF asumen la guarda y cuidado de niños y adolescentes migrantes extranjeros, en tanto que el Instituto Nacional de Migración determina su situación migratoria y/o los retorna a su nación. En la frontera sur hay una infraestructura de cinco módulos y albergues para la atención de la infancia y adolescencia migrante. 
“Los llamamos por sus nombres, les explicamos que aquí en el módulo de Atención DIF de la Estación Migratoria no deben sentirse como si estuvieran presos. Los ayudamos a través de la contención emocional, pues no es fácil haber sido detenidos por la Patrulla Fronteriza”. 
Ellos y ellas (los centroamericanos que migran) pueden ser solicitantes de refugio, comenta Fernando Loera, responsable del Módulo de Repatriación, del INM, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Este módulo pertenece al DIF. “Muchos de ellos no tienen acta de nacimiento, o viven en zonas rurales desde donde no es fácil localizar a sus familiares”. 
“Para la licenciada Margarita Zavala, presidenta del DIF nacional, ha sido un compromiso visibilizar este fenómeno y proteger a los menores migrantes no acompañados, a través de la Estrategia de Prevención y Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes y Repatriados No Acompañados”, comenta en entrevista con EL UNIVERSAL, Cecilia Landereche, directora del Sistema DIF Nacional.
Son aproximadamente 25 mil los niños y niñas no acompañados repatriados de la frontera norte y sur de México, en 2010 y 2011. 
La Estrategia en Lugar de Origen está orientada a la reintegración familiar y comunitaria de los niños y adolescentes migrantes y repatriados. El DIF nacional ha desarrollado planes individuales y familiares para fomentar el arraigo a sus comunidades, a través de la estrategia de Líderes Comunitarios. De igual modo los sistemas estatales y municipales de los lugares de origen son corresponsables de facilitar la localización de las familias; el retorno seguro a sus comunidades de origen, y la integración de niños y adolescentes migrantes. Según cifras, 70% son varones, y 80%, adolescentes.